
El frío se había adueñado por completo de nuestros seres. La única idea que rondaba nuestras mentes era llegar al lugar de la comida a abrigarnos a la estufa. Por fin llegamos. Aparcamos las amotos a toda hostia, nadie se hizo ni una foto, y ala, pa´dentro, a tomar unas cervecitas y unos vinines.
se sortearon unos abonos pal purples, y yo creo que hubo tongazo (je, je)
La comida estuvo jefa jefa. Lo malo es que entramos en calor de puta madre, nos dieron vino, cerveza y chupitos, y claro luego había que coger las máquinas.
Bajamos a León a reunirnos en el Portobello, pa´rematar la faena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario